Hoy recordamos el 10 de agosto de 1809 donde se marcó el Primer Grito de Independencia, un día donde los ecuatorianos alzaron sus voces para destituir al dominio colonial y tomar las riendas de su propio destino. Hoy en día enfrentamos un llamado igualmente crucial para nuestro país. En esta ocasión, el desafío reside en erradicar la intranquilidad que ha penetrado nuestra sociedad y amenaza la armonía que siempre ha caracterizado a Ecuador.
214 años han transcurrido desde aquel histórico acontecimiento, durante los cuales Ecuador ha mantenido su espíritu resiliente y su compromiso con el bienestar de sus ciudadanos. Sin embargo, nos encontramos ante una encrucijada en la que nuestras acciones individuales y colectivas deben enfocarse en rescatar la paz que define a nuestra nación.
Aquel Primer Grito de Independencia el 10 de agosto de 1809 se caracterizó por la valentía de los ecuatorianos dispuestos a cambiar su destino, hoy debemos enfrentar la realidad del país con la misma valentía.
Cada uno de nosotros tiene la capacidad de influir en el ambiente en el que vivimos y trabajamos, es nuestra elección que ese ambiente promueva la prosperidad. Cada acción que tomamos, incluso en el ámbito cotidiano, tiene un impacto significativo en la construcción de un futuro mejor para todos.
Así mismo con el entendimiento y la promoción de un ambiente de paz y prosperidad podremos superar este desafío y mantener viva la esencia de Ecuador como país de gente resiliente y unida.