Si el problema es la falta de dinero para implementar beneficios como viajes, se puede pensar en opciones menos costosas. Una de ellas es dar tiempo libre extra a los empleados. Un día adicional sumado a las vacaciones cuesta muy poco dinero y a ellos les sentará muy bien. Otras opciones baratas, pero efectivas son los momentos de esparcimiento dentro de la oficina.
Desde hace un año, Produbanco ha implementado un gimnasio institucional; por un pago simbólico, los trabajadores pueden usarlo en su tiempo libre. También, para las madres trabajadoras cuenta con una sala de lactancia. Según Eduardo Lafebre, vicepresidente de Gente, estas iniciativas han aumentado la motivación de los colaboradores. La Navidad es ideal para ofrecer algún presente al equipo de trabajo. Elegir el regalo correcto puede ser un poco difícil, por lo cual algunas organizaciones usan catálogos de recompensas en línea. Según expertos en recursos humanos, el empleado gana puntos por tareas específicas, los que luego puede “canjear” para comprar lo que le guste. Valorar las ideas y opiniones de los trabajadores es fundamental.
La empresa de vehículos Casabaca tiene un programa llamado Círculos de calidad, en el cual aportan con ideas para mejorar procesos laborales. Según Sylvia Zavala, gerenta de Áreas de Apoyo, este año se recibieron 1 000 aportes, y algunos ya se están implementando. A esto se suman incentivos para el desarrollo profesional. Las empresas también pueden costear la totalidad o una parte de un curso, taller o hasta maestrías. Más allá del tipo de beneficios que se ofrezcan, María Elena González señala que lo más importante es el mensaje que se transmite a los trabajadores: “Eres importante para la empresa y queremos que estés bien y feliz”. Los incentivos laborales generan mayor rentabilidad e incrementan la productividad de los trabajadores, quienes harán su mejor esfuerzo para ser eficientes y permanecer en la organización.
Según el blog de RR.HH. Edenred, la implementación de un programa de incentivos, puede mejorar en un 44% la productividad de los empleados. También, son el motivo por el cual los mejores miembros de la organización deciden permanecer en ella. Si una empresa fomenta el bienestar de sus colaboradores, esto es apreciado por aspirantes y fortalece la reputación de la organización. Además, puede reducir el favoritismo real o percibido, al recompensar por igual a los empleados por sus acciones o su antigüedad. Un “gracias” o “buen trabajo” por parte de un superior puede hacer que una persona se sienta segura y orgullosa de lo que hace. Para la implementación de un paquete de incentivos, lo primero es la decisión y convicción de la empresa, dice González. Posterior a ello, se deben definir políticas y planes de acción, que sean sostenibles en el tiempo.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Revista Líderes en la siguiente dirección: