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EKOS entrevistó al Ing. Alfredo Peña Payró

La palabra empresario está hecha a la medida para Alfredo Peña Payró, actual Presidente del Grupo Industrial Graiman. Su historia, anécdotas y proyección ejecutiva des­cubren a un hombre emprendedor y visionario que está al frente de esta organización desde hace cinco años. Mantener y elevar más a la compañía, en un sector tan competitivo como el de la industria de la cerámica, es su principal propuesta.Alfredo Peña Payró nació en 1964 y creció en Cuen­ca. Se graduó como Ingeniero Civil por la Universi­dad de Cuenca y después obtuvo un MBA en Admi­nistración por la Universidad Adolfo Ibañez. Desde 2004, es la cabeza de la compañía de cerámica y porcelanato Graiman, fundada en 1992 por su pa­dre, Alfredo Peña Calderón, quién falleció hace cin­co años. Este hombre fue un personaje admirado y respetado, no solo por su familia sino por toda una comunidad empresarial, gracias a su trabajo y lega­do.
Fundó las fábricas Vanderbilt (resortes para ve­hículos), Tugalt (tuberías de acero y techos de zinc), Hormicreto, Industrias Químicas, Vías del Austro, entre otras. Su propósito fue el de generar trabajo y obra en Ecuador.

Por estas cualidades fue un empresario respetado en todo el país. Y por estas mismas fortalezas se convirtió en una referencia para su hijo, Alfredo Peña Payró. “Grupo Industrial Graiman es una proyección de lo que fue mi familia y la relación entre mi padre y mi madre. Fue un hombre con una visión impre­sionante sobre los negocios y conocía exactamente cómo, en qué momento y hacia dónde manejarse”, señala su heredero. Fue un hombre que inculcó va­lores en sus hijos y que fue capaz de impregnar­los con los mismos valores corporativos con los que ahora se guía el Grupo: justicia, lealtad, transparen­cia, seguridad, responsabilidad y trabajo en equipo.

Empresario visionario = empresa vi­sionaria

Antes de convertirse en Presidente del Grupo In­dustrial Graiman, Alfredo Peña Payró trabajó en ella durante varios años y desde distintas posiciones y, cuando llegó el momento de tomar las riendas, transformó a la empresa en una compañía innova­dora, colocándola como la líder en la producción de cerámica y porcelanatos en Ecuador, con la princi­pal característica de entregar un producto que cum­ple con los más altos estándares de calidad y diseño.

Para lograrlo, apostó por el uso de tecnología de punta y por continuar con la política de usar materia prima noble y segura. Pero hay una convicción más en Graiman: considerar al usua­rio final como la prioridad y el centro de todo. Por ello, sin nin­guna modestia y con una nota­ble convicción afirma que “Grai­man es líder porque somos los mejores en lo que estamos ha­ciendo”. Y continúa: “Entende­mos que el producto está con se­res humanos y eso tiene sentido, comprendemos que en nuestras cerámicas y porcelanato se refle­ja la ilusión de familias que están construyendo una casa, de jóve­nes que van a decorar una ofici­na, de emprendedores que arman sus locales comerciales. Son per­sonas que viven sus sueños”. De ahí que los ejes de las campañas de Graiman giren en torno a “Vi­ve y expresa tus sueños“.

Estas tácticas han llevado a la fir­ma a consolidar la estrategia ade­cuada y colocarla como una de las empresas más grandes y com­petitivas del país, con ventas que en 2013 ascendieron a 81 millo­nes de dólares y con una utilidad de 6,5 millones; opera en Cuen­ca y cuenta con una red de más de 60 distribuidores en el país.
“EN UNA EMPRESA HAY QUE DESARROLLAR VARIOS ESTILOS DE LIDERAZGO PARA PERMANECER EN EL TIEMPO”.
Por el desarrollo de su concep­to de Studios Graiman (cinco en total) es considerada dentro de la industria como la firma cuenca­na más innovadora y eficiente. La capacidad de producción dia­ria de Graiman está calculada en 45 000 metros cuadrados, lo que la convierte en la mayor produc­tora de cerámica del Ecuador.Un ejecutivo de familia
Una de las cualidades de Alfredo Peña Payró es que es un hombre apegado a los valores familiares. El ejecutivo posee una extensa lista de recuerdos ligados a ello: su infancia, sus años de colegio y de universidad, el cariño y respeto con los que describe a su madre a quien considera piedra base de la misma compañía, la admiración por su padre y la añoranza por sus tres hermanos. De hecho, asegura que una de las formas por las que consolidó Graiman fue por la solidez de la familia Peña Payró.

Esta es una característica particular, no solo en Graiman sino de la mayoría en las industrias del país: ser empresas familiares. Se conoce que en Ecuador cerca del 90 % de las compañías pertenece a grupos familiares, en especial al grupo de Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). El actual Presidente del Grupo Graiman pertenece a la segunda generación de este grupo familiar y conoce bien que los estudios internacionales demuestran que, de 100 familias, 30 llegan a una segunda generación; es decir, hay continuidad porque los hijos toman el mando. Muy pocas llegan a la tercera generación.

El primer ejecutivo de Graiman está conscien¬te que hay que revertir esta situación. Y puertas adentro este es precisamente uno de los temas en los que está trabajando. “Estamos capacitando a los colaboradores en temas de administración y de gestión de alto nivel para que vuelvan, repliquen modelos y permitan que otros profesionales se involucren en la alta dirección”.

Por esa razón, Graiman se encuentra inmersa hoy en procesos y asesoramientos de Buen Gobierno Corporativo con el objetivo de proyectar a la organización a largo plazo, explica Peña. De CEO a CEO Alfredo Peña Payró es un referente de la cla¬se empresarial de Ecuador. Y claro, su gestión tampoco está exenta de errores, aunque hay que ser maduros y honestos para reconocer¬los a tiempo, explica. Por ello, ante la pregunta ¿Cuál es el mayor reto de un CEO?, responde:

“Hay que enfrentar los conflictos. Cuando un problema es latente y no se aborda de manera adecuada se convierte en un constante riesgo para un CEO. Un cuestionamiento debe ser expuesto, debatido, no debe permitirse la coerción y que las decisiones se apliquen por la fuerza. El CEO debe manejar su autoridad formal e informal de manera adecuada. Un CEO debe crear equipos de alto desempeño que estén en constante debate para aportar desde diferentes puntos de vista hacia la decisión final. Hay que tender puentes para avanzar”.

 

Fuente: http://www.ekosnegocios.com/negocios/verArticuloContenido.aspx?idArt=4800

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