El tiempo vuela y sin que nos demos cuenta nuevamente ha llegado diciembre, y entre la prisa por terminar aquellos proyectos pendientes antes de fin de año, sumada a las novenas, cenas, agasajos, coros, amigos secretos, rupturas de dietas y demás tradiciones de temporada realizadas en medio de un tráfico infernal, tenemos que encontrar un espacio para comprar regalos para nuestros seres queridos y para aquellos a los que con un presente queremos agradecer por el apoyo, solidaridad, cariño y / o entrega demostrados de mil y una maneras a lo largo del año.
Hay quienes se estresan frente a esa tarea, pero la verdad es que dar y compartir es una de las mejores maneras de sentirnos humanos y de paso de obtener dosis de dopamina que nos harán sentir estupendamente bien. En todo caso, ese estrés obedece entre otras cosas a la incertidumbre sobre la aceptación que el regalo puede tener, lo que en marketing se conoce como “riesgo percibido”, riesgo que aumenta de manera directamente proporcional con el monto de la inversión, el nivel de implicación con el producto/servicio comprado, o la relación que tenemos con quien recibe el regalo, ya que evidentemente no es lo mismo comprar un regalo para un hermano o hermana con quien tenemos una relación de camaradería y confianza, que hacerlo para una potencial pareja que está en la mira, un cliente al que deseamos impresionar, nuestro jefe o la suegra.
Ventajosamente, gran parte de ese “riesgo percibido” puede ser eliminado al comprar productos ecuatorianos que cuenten con el sello de calidad de La Huella, ya que este garantiza la calidad y el servicio de la marca portadora y es un importante respaldo para el consumidor, no solamente porque han superado todo el proceso de acreditación que les permite ser portadoras de La Huella, sino también por el hecho de que todos los productos y servicios con La Huella tienen su calidad asegurada con una póliza de reposición en caso de alguna falla de fábrica, sin ningún costo adicional para los consumidores. Como consumidores nos resulta fácil reconocer a los productos o servicios que cuentan con esta garantía de calidad total, ya que el logotipo de La Huella se identifica con facilidad en todas las marcas que cuentan con esta certificación.
Los ecuatorianos somos solidarios y tenemos un alto sentido de cooperación, a lo que se suma un gran amor y orgullo por lo nuestro, además de mucho respeto por las tradiciones y valores culturales. Qué mejor manera de expresar todos estos sentimientos, que comprando productos y servicios ecuatorianos.
Comprar productos ecuatorianos originales no solamente nos permite expresar ese orgullo y respeto por lo nuestro, sino que además nos permite ser solidarios con nuestros compatriotas y apoyar a quienes se esfuerzan por el crecimiento y prosperidad de nuestro país, garantizando fuentes de trabajo que se reflejan en un mejor nivel de vida general. En esas salidas de compras prefiramos lo nuestro, apoyemos el crecimiento sostenible de nuestra economía, elijamos marcas ecuatorianas, más de 450 de ellas cuentan con la garantía de calidad de La Huella, certificación que nos permite creer y confiar en nosotros y en lo que como ecuatorianos podemos hacer, ¡consumamos lo nuestro!
Cecilia Ugalde Sánchez