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La alimentación en el ambiente laboral, fuente de energía y salud.

La estrepitosa vida diaria nos mantiene con el reloj siempre corriendo. Se prescinde a veces del almuerzo, del desayuno y se come de manera rápida y poco saludable. Comer sano no necesariamente significa ingerir solo lechuga, existen diferentes formas de alimentarse de manera saludable, una de ellas, es claro, regular los tiempos de comida y las porciones y calidad que cada momento de alimentación del día requiere evitando las comidas a deshoras.

En este blog te recomendamos algunos concejos prácticos que puedes desarrollar dentro de tus horarios habituales de trabajo, dependiendo si tu labor es más sedentaria o activa ya que para cada uno existen diversas estrategias.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) un 20 % de los empleados pueden elevar su productividad siguiendo una alimentación saludable.

Una buena alimentación según tu tipo de trabajo

La alimentación es nuestra gasolina, nuestros aditivos para poder continuar el viaje laboral diario y por supuesto la fuerza vital que necesitamos para continuar. Sin embargo la vida diaria, el cotidiano, el horario, los cronogramas, las reuniones limitan el tiempo que tenemos para desarrollar la tarea de alimentarnos de manera óptima, y como resultado puede causarnos, además de problemas de sobrepeso también afectaciones que minan y deterioran no solo nuestra energía sino también nuestra invaluable salud.

Para iniciar te recomendamos estos puntos de manera general.

  • Las comidas programadas son la base de la alimentación no te saltes ninguna de ellas, en especial el desayuno.
  • Los productos procesados no son nada sanos para nosotros procura llevar la comida preparada y  tentempiés saludables de casa.
  • Reemplaza los cereales refinados por los integrales (pan, pastas, etc…)
  • Intenta consumir por lo menos 5 porciones al día de frutas y verduras.
  • Mide y limita tu consumo de sal y de azúcares refinados.
  • Utiliza técnicas de cocinado saludables.
  • De postre, siempre será mejor la fruta.

Después de revisar estos consejos a nivel general te proponemos algunos de manera particular según tu ritmo de trabajo.

Trabajo con actividad física.

  • Procura beber constantemente agua.
  • Suma a tu dieta hidratos de carbono, para disminuir la fatiga y aumentar la resistencia muscular.
  • Consume proteínas, para inducir la producción de masa muscular.
  • Lleves contigo una barra de cereal integral, agua y un yogurt.
  • Si vas a almorzar rápidamente, elige sándwiches en pan integral o una ensalada liviana.

Trabajo sedentario

Los trabajos de oficina generalmente no requieren de demasiada movilidad diaria produciendo en nuestra vida un sedentarismo cotidiano, para esto es necesario una alimentación de los nutrientes necesarios para este ritmo de trabajo

  • Come fruta y yogurt, recuerda la limpieza en la fruta y el consumo de yogures de calidad.
  • Prefiere comidas como ensaladas y verduras. Mínimo 5 porciones diarias de frutas o verduras.
  • Procura siempre beber abundante líquido. Ten cuidado con el café, té y bebidas azucaradas.
  • Consume de manera variada hidratos de carbono complejos (panes, galletas, arroz integral)

Dentro de los servicios que puede brindar la empresa también cabe recalcar algunos consejos que pueden tomarse en cuenta en el ámbito interno.

  • Máquinas expendedoras con opciones saludables (frutas, yogures desnatados, ensaladas)
  • Facilitar nevera y microondas para que los empleados puedan traer la comida de casa.
  • Dispensadores de agua con el fin de reducir el consumo de refrescos azucarados.
  • Programas de talleres y cursos de nutrición para los empleados
  • Ofrecer a los empleados que lo deseen consejería nutricional para mejorar su estado de salud.
  • Incluir menús saludables en la cafetería

 

Escrito por: Sebastián Lazo Serrano

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