Una Guía para Alcanzar Tus Metas y Propósitos en el Año Nuevo

metas y propósitos

El final de un año es el momento perfecto para reflexionar sobre nuestras experiencias, tanto los logros como los desafíos. Antes de sumergirte en la planificación del próximo año, tómate un momento para reflexionar sobre lo que has vivido. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué salió bien? ¿Qué salió mal? ¿Qué cambios te gustaría ver en tu vida? ¿Cuáles son tus sueños y metas para el próximo año? Estas reflexiones te proporcionarán la base necesaria para definir tus objetivos y aspiraciones.

Establece Metas SMART para el Éxito

Para garantizar que tus metas sean alcanzables, adhiérete al enfoque SMART:

Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Limitadas en el Tiempo. Por ejemplo, una meta como “Adelgazar 10 kilos en los próximos 6 meses” cumple con estos criterios. Específica en la cantidad de peso y el plazo, medible en términos de progreso, alcanzable y relevante para mejorar la salud y la apariencia, y limitada en el tiempo con un plazo de 6 meses.

Crea un Plan de Acción Detallado

Una vez que hayas definido tus metas SMART, es crucial desarrollar un plan de acción concreto.

Incluye pequeños objetivos intermedios que te mantendrán motivado y proporcionan pasos claros hacia tu meta final. Identifica los recursos necesarios y establece un cronograma realista. Por ejemplo, si tu meta es aprender a tocar el piano, considera comprar o encontrar acceso a un piano, tomar clases y dedicar tiempo diario a la práctica.

Sé Realista y Constante

El realismo es clave al establecer metas. Evita objetivos demasiado ambiciosos que puedan llevar a la frustración. El éxito requiere constancia, así que sé paciente y trabaja de manera constante hacia tus metas. No esperes resultados inmediatos y mantén un enfoque disciplinado.

Haz un Seguimiento y Ajusta Tu Rumbo

Elabora un sistema para hacer un seguimiento de tu progreso. Esto te permitirá evaluar si estás avanzando en la dirección correcta y ajustar tu plan si es necesario. La retroalimentación constante te mantendrá motivado y comprometido con tus metas.

No Te Desanimes, Comparte y Celebra

El camino hacia el éxito no es lineal, y es natural encontrarse con obstáculos. Si no alcanzas una meta, aprende de la experiencia y sigue adelante. Compartir tus metas con otros puede proporcionar apoyo emocional y motivación adicional. Y cuando logres un hito, celebra tu éxito. Reconocer tus logros te dará la energía necesaria para seguir avanzando.

Siguiendo estos consejos, estarás mejor preparado para alcanzar tus metas y propósitos en el nuevo año. Planifica con inteligencia, mantente enfocado y celebra cada paso hacia tu éxito.

 ¡Este año te está esperando para ser tu mejor año hasta ahora!

Puntualidad y respeto

Misión puntualidad

Como todo enero, arrancamos con los propósitos de año nuevo, y es momento de hacer pequeños o grandes cambios en nuestra vida buscando ser mejores y más felices.  

Más allá de los propósitos eternos que giran en torno a rutinas de ejercicio y dietas, y que lamentablemente con frecuencia en el caso del ejercicio, quienes no tenemos el hábito, no completamos el primer mes en el gimnasio, o la primera semana de rutina independiente; mientras que, como todos sabemos, no hay dieta que sobreviva al carnaval con todos los manjares que le acompañan, lo que mata ese propósito mientras descaradamente estamos pensando en la deliciosa fanesca que llegará a continuación. 

Tenemos también propósitos etéreos que por su naturaleza y sobre todo por la nuestra, son más inalcanzables, o por lo menos intermitentes en su aplicación; ya que no sentir envidia, ser tolerante, ser paciente, no criticar, no tener malos pensamientos, etc., son cosas que tarde o temprano se quedan en propósitos y buenas intenciones.

Por lo tanto, es momento de tener un propósito alcanzable, que además nos beneficie a todos, tanto en nuestra vida personal, como en la profesional, y que de paso nos haga más productivos.  Este propósito es que finalmente este año seamos PUNTUALES, sí, acabemos de una vez con el mito de la famosa “hora ecuatoriana”, esa excusa que se ha utilizado durante muchos años para justificar nuestra falta de organización y el poco respeto al tiempo de los demás.

Es probable que todos conozcamos a gente que dice “estoy en camino”, cuando recién entra a la ducha antes de salir, gente que siempre llega tarde a todas partes, gente a la que siempre hay que esperar.  Resulta que en entornos sociales llega un punto en el que a esas personas ya no se les espera, es decir, empieza la fiesta, la cena o el paseo sin ellos.   Pero lo grave es que en entornos laborales esa falta de respeto puede ser motivo para que no nos contraten, se caiga una venta, recibamos una mala referencia o perdamos la confianza de quienes interactúan con nosotros.

La base para ser puntuales está en la organización, si planificamos nuestras actividades será más fácil llegar a tiempo.  Expertos en el tema recomiendan llevar una agenda, hacer un listado o utilizar una de las tantas aplicaciones disponibles que nos permiten organizar nuestras actividades, así, sin darnos cuentas somos más eficientes, alcanzamos a hacer más cosas y además mejora nuestra calidad de vida al ser más productivos y tener menos estrés.

Hagamos la prueba, organicemos nuestra agenda, calculemos con holgura el tiempo que nos toma en ir de un lugar a otro en función del tráfico y distancia del momento, siempre pueden surgir imprevistos, pero que esos imprevistos sean la excepción, no la regla.  Normalicemos la puntualidad, respetemos el tiempo de los demás y veamos como nuestra productividad y calidad de vida aumentan.

Cecilia Ugalde Sánchez

Lee sobre las consecuencias de la impuntualidad empresarial aquí https://muchomejorecuador.org.ec/la-puntualidad-en-el-mundo-empresarial/