Marcar un hito en la industria del país trae consigo una gran cantidad de dificultades y desafíos por la falta de desarrollo que puede existir. Tarpuq es un caso de éxito en el país, no solo por haber sido la primera empresa electrónica en Ecuador y en la costa del Pacífico de Sudamérica, sino porque su crecimiento e innovación ha permitido el crecimiento de este sector en el país.
La electrónica es una industria que está en constante evolución producto de las nuevas tecnologías que surgen. Para adaptarse a estos cambios, Juan Carlos Vega, presidente de la compañía, comentó: “Para sobrevivir a Tarpuq le ha tocado estar en la punta de lanza de la tecnología, y esa es una de las grandes ventajas que tienen estas fábricas de tarjetas electrónicas que van mucho más allá de un ensamblaje. Es una fabricación donde el proveedor de las partes y piezas de las cuales se fabrica una tarjeta tiene que hacer una transferencia de la tecnología”.
Trabajar de la mano de grandes compañías como Samsung o General Motors le han permitido a esta empresa cuencana estar a la vanguardia de todas las tecnologías, para seguirse abriendo espacio en un mercado en constante evolución.
Esta transferencia de tecnología de grandes empresas le ha facilitado a Tarpuq desarrollar nuevos productos que aporten a la mejora en distintos sectores del país. “Estamos trabajando en alimentadores automatizados para camarones, donde el sensor de la tarjeta electrónica escucha al camarón cuando se acerca y le toma una foto. Con eso se estima su peso y se libera la cantidad de alimento requerido para ese animal, entonces eso hace que sin la tecnología se usen seis libras de alimento para una libra de camarón y baje a tres libras de alimento para una libra de camarón. Reduces muchísimo los efectos ambientales porque el alimento que no se consume daña la calidad del agua”, contó Vega.
Saber adaptarse, la clave para superar con éxito la Pandemia
La llegada del Covid 19 obligó a Tarpuq a modificar su accionar para poder adaptarse a los nuevos obstáculos que surgieron. Sobre las estrategias que tomaron, Juan Carlos Vega recordó: “La principal estrategia que tomamos fue reducirnos en todas las áreas a los mínimos indispensables, porque al momento que cerramos la empresa nunca supimos cuando íbamos a reabrir o qué iba a pasar, entonces nos quedamos en las áreas con el mínimo indispensable para que en el caso de que el país se vuelva a abrir podamos recuperar y no perder conocimiento importante en personas y recursos”.
Fue así como esta empresa cuencana superó los primeros meses de pandemia hasta que inició la reactivación industrial del país. “Apenas se volvió a abrir el negocio y el país económicamente, rápidamente pudimos recontratar al personal y rearmar todos los procesos para volver a producir. En mayo de 2020 ya estábamos completamente operativos, con toda la gente que necesitábamos y, de esa forma, pudimos sobrevivir y pasar la pandemia exitosamente”, reveló el presidente de Tarpuq.
Salvaguardar la salud de sus colaboradores fue uno de los desafíos que la organización tuvo que enfrentar, aunque al ser una industria altamente sensible, donde los trabajadores ya poseían una disciplina para cumplir con diferentes protocolos, simplemente se aumentaron las medidas de prevención para evitar contagios.
El aporte de Corporación Mucho Mejor Ecuador
“Para nosotros, ser parte de Corporación Mucho Mejor Ecuador es realmente muy importante, porque casi nadie conoce a Tarpuq, ya que tiene muy poca difusión. Cuando todo el mundo llega y conoce la empresa se sorprenden, porque no se imaginan que haya una industria electrónica altamente robotizada y automatizada con toda la tecnología que tiene”, destacó Juan Carlos Vega.
Ser identificada como una empresa ecuatoriana de calidad ha sido un aspecto fundamental que le ha aportado Mucho Mejor Ecuador, ya que de esta forma Tarpuq comunica un importante mensaje al país: “Es parte del orgullo de hacer las cosas en Ecuador y que tengamos La Huella por ser un producto y una empresa ecuatoriana.”, agregó Juan Carlos Vega.
Un consejo para emprendedores
Para innovar y convertir un emprendimiento en un caso de éxito, Juan Carlos Vega mencionó la importancia de no ponerse límites: “Los límites están dentro de nuestra propia mente, porque Tarpuq arrancó como un negocio de celulares y fue una lucha fuerte que en algunos años no arrancaba. Los inversionistas creyeron en la viabilidad de ese negocio, recapitalizaron, se reinventaron, le convirtieron en una planta de tarjetas de televisores y radios y desarrollo de otras múltiples tecnologías y, finalmente, salieron adelante y Tarpuq se convirtió en un modelo de negocio exitoso”.
“Uno aprende mucho, tal vez aprende más de los fracasos que de los éxitos y eso le fortalece más aún emprendedor para que la segunda vez que emprenda corrija mucha de las fallas que cometió en el primer emprendimiento y salga adelante con mucho éxito”, concluyó Juan Carlos Vega.
Corporación Mucho Mejor Ecuador