Lobby en el trabajo

Lobbying una herramienta comunicacional

Una herramienta de comunicación para la influencia política

Muchas veces, dentro de la organización es necesario involucrar la política en nuestra gestión. Esto nos ayudará a conocer distintos puntos de vista, necesidades y nos permitirá una toma de decisiones más adecuada a la coyuntura. Pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo encontrar a la persona adecuada para realizar esta acción? En este artículo, te informaremos sobre la importancia del lobby como estrategia de comunicación.

Seguramente has escuchado la palabra “lobby”, pero en ocasiones es difícil explicar y gestionar esta actividad sin que tenga connotaciones negativas o controversia. Sin embargo, el lobby nos ayuda a dar voz a los intereses de diversos actores en la sociedad.

El lobby es un tema discutido y debatido en círculos políticos y sociales, ya que sus actividades pueden ser complejas y envueltas en polémica. En su forma más simple, el lobby se refiere a los esfuerzos organizados por individuos, grupos de interés, empresas u organizaciones para influir en la formulación de políticas y decisiones tomadas por los responsables de estas.

El objetivo principal del lobby es persuadir, convencer y moldear la opinión pública y política a favor de ciertos intereses y fines, siendo crucial en la democracia moderna.

La persona encargada de esta tarea dentro de la empresa debe poseer habilidades fundamentales como una comunicación asertiva y efectiva, conocimiento profundo y capacidad de análisis sobre el tema a tratar, para poder transmitir el mensaje acertado a cada una de las partes. Asimismo, debe ser objetivo y abordar dichas preocupaciones de manera ética y veraz, cumpliendo con los objetivos planteados, permitiendo considerar los intereses de diversos grupos y llegar a un acuerdo de conveniencia común.

Elementos fundamentales al momento de realizar lobbying:

Representación de intereses.

Acceso a información y recursos.

Construcción de consenso y negociación.

Monitoreo y defensa de intereses.

Educación.

Dentro del área de comunicación existen varias actividades ligadas, y aunque ser especialista en una rama de la misma es lo ideal, cumplir con diligencias como facilitar la participación activa en el momento de tomar decisiones es una actividad de utilidad tanto emergente como de utilidad primordial, fortaleciendo la democracia y la gestión proactiva de tu organización.

Michelle Crespo

Corporación Mucho Mejor Ecuador

Agregar valor en la cadena de suministro

La cadena de suministro es el conjunto de procesos que involucran el abastecimiento de materia prima, producción, almacenamiento, distribución, transporte y comercialización de los bienes y servicios que ofrecemos a nuestros clientes. Agregar valor en la cadena de suministro significa mejorar la eficiencia, la calidad, la innovación y la satisfacción del cliente en estos procesos.

¿Por qué es importante agregar valor en la cadena de suministro?

Porque nos permite diferenciarnos de la competencia, reducir los costos operativos, aumentar los ingresos y fidelizar a nuestros clientes. Además, agregar valor en la cadena de suministro contribuye a la sostenibilidad ambiental y social, al optimizar el uso de los recursos y minimizar el impacto de nuestras actividades.

Las empresas que implementan estas acciones pueden lograr un incremento en sus ingresos, una reducción en sus costos operativos y una mejora en la satisfacción de sus clientes. Estos resultados se traducen en un aumento en su rentabilidad y  en su cuota de mercado.

¿Cómo podemos agregar valor en la cadena de suministro?

 Existen varias estrategias que podemos implementar, tales como:

– Integrar la cadena de suministro con nuestros proveedores y clientes, para mejorar la comunicación, la coordinación y la colaboración. Esta integración nos permite reducir los tiempos de entrega, aumentar la flexibilidad y adaptarnos a los cambios en la demanda.

– Adoptar tecnologías digitales que nos permitan automatizar, monitorear y analizar los procesos de la cadena de suministro. Esto nos ayuda optimizando nuestro tiempo, el uso de los recursos, mejorando la trazabilidad y la transparencia, y a tomar decisiones basadas en datos.  

– Implementar prácticas de gestión de calidad que nos ayuden a prevenir y corregir los defectos, las demoras y los desperdicios. Estas prácticas nos permiten mejorar la calidad de nuestros productos y servicios, reducir los costos asociados a las devoluciones y reclamos, y aumentar la confianza de nuestros clientes.

– Innovar en el diseño y desarrollo de nuestros productos y servicios, para ofrecer soluciones que superen las necesidades y expectativas de nuestros clientes. Así nos diferenciaremos de la competencia, crearemos valor agregado y generaremos lealtad.

– Motivar y mejorar la competencia de nuestros colaboradores, para que se involucren y comprometan con los objetivos de la cadena de suministro. Esto nos permite contar con un equipo humano comprometido y alineado con nuestra visión empresarial.

Hay muchas razones por las cuales agregar valor en la cadena de suministro es una forma de mejorar nuestra competitividad, rentabilidad y sostenibilidad. No olvides que para lograrlo, debes implementar estrategias que te permitan optimizar los procesos, innovar en los productos y servicios, y satisfacer a tus clientes. 

Helen Weber 

Coordinación de Calidad