ADELCA, consciente de la situación por la que atravesaron las provincias de Esmeraldas y Manabí luego del devastador terremoto suscitado el pasado 16 de abril, decidió tomar medidas de ayuda y solidaridad como el envío de camiones con donaciones a las ciudades de Manta, Portoviejo, Bahía de Caráquez y Canoa, atendiendo necesidades básicas de alimentación y salud.
También se enviaron albergues temporales y maquinaria pesada para retirar escombros en las áreas más afectadas.
“Casa adentro existieron muchas donaciones de trabajadores, tanto en víveres y vituallas como en dinero con descuento a través de su rol de pagos. De igual forma, las oficinas regionales decidieron no utilizar los fondos que ADELCA entrega para su paseo anual y que el valor equivalente a esta actividad sea entregado para ayudar a los damnificados, especialmente de la provincia de Manabí, donde contamos con 2 bodegas comerciales”, señaló María de Rosario García, Directora de Gestión Humana de Adelca.
La empresa logró que toda la ayuda recibida llegue de forma efectiva, coordinada y equitativa a través de sus regionales de Manta y Portoviejo, que se convirtieron en centros logísticos durante varias semanas luego del evento.
Luego del sismo se envió un grupo de especialistas para analizar la situación psicológica/económica de los colaboradores de la empresa y sus familias. Además, se dictaron charlas gratuitas sobre “Normas y Prácticas Constructivas” en las ciudades de Manta y Portoviejo.
El compromiso continuó en el tiempo apoyando la reconstrucción a través de la participación activa en ferias y eventos. Adicionalmente, se mantuvo un descuento especial para todas las compras realizadas en estas provincias.
“Un año después de esta tragedia, seguimos reciclando el hierro de los edificios, casas y construcciones que colapsaron; esta acción contribuye a que los residuos sean retirados de las zonas de regeneración y evita que se queden como pasivos contaminantes en el ambiente”, añadió Ximena Almeida, Jefa de Responsabilidad Social de Adelca, para quien el apoyo del sector privado fue clave para enfrentar la crisis:
“La participación social y el voluntariado que movieron las empresas fue la demostración de la capacidad de organización, voluntad y solidaridad que brinda el sector privado frente a una emergencia. Nadie estaba listo para un evento de tal magnitud, sin embargo las empresas en pocas horas organizaron acciones efectivas que llegaron a los lugares donde más lo necesitaban”.